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Bidrage med feedbackHoy hemos estado allí y, aunque la carta de portada es bastante limitada todo lo que hemos intentado fue rico y bien presentado. la camarera se ha merecido ofrecer un buen servicio y las mesas con brasero proporcionaron un ambiente agradable. la tienda ofrece la posibilidad de comprar una buena variedad de productos.
Hicimos degustación de queso con el profesor. Aprendí mucho y disfruté de todos los quesos.
Buen restaurante situado en la subética Cordoba....Carta de platos se expande, aunque carece de más presencia de peces. ratio precio-calidad buena. Muy buen servicio de camareros. locales y hermosas instalaciones, algo serio, pero las veces que he ido no me han decepcionado. indispensable para ordenar una mesa de quesos de la zona. Volveremos.
Nos guiamos por la puntuación que tenía en el Google Maps y acertamos. Un lugar con encanto, venta de carretera apartado del pueblo de Zuheros pero a la vez cerca, después de visitar la cueva de los Murcielagos un bueno sitio para comer. Probamos lo que veis en las fotos y además nos llevamos quesos del lugar, íbamos con niños y también tenían menú infantil. Los postres también muy buenos. Las carnes estaban deliciosas. Tiene una terraza fantástica y las mesas tienen brasero con mesa camilla por lo que aumenta su encanto. Llamar para reservar, nos dijeron que los primeros sitios que se acaban son los de fuera. Es un lugar perfecto para grupos grandes. No muy caro. A unos 15€ por persona y nos hinchamos.
A solo unos minutos de la Cueva de los Murciélagos nos encontramos con este restaurante, donde pudimos reservar mesa momentos antes del almuerzo. Disponen de un salón interior y una terraza cubierta, donde decidimos sentarnos para disfrutar de las vistas durante la comida. Es todo un detalle que cuenten con estufa, la cual inmediatamente encendieron. El tiempo era idóneo para comida de cuchareo así que nos decantamos por un menú, eligiendo el potaje de habichuelas con perdiz y, ya fuera de este, arroz caldoso con conejo. Ambos platos muy bien elaborados, agradecimos comer como en casa tras varios días de viaje en donde era complicado encontrar platos sin frituras. Tras un solomillo, algo pasado y seco, de postre optamos por una tarta de queso exquisita La atención de la camarera, quien también nos despachó en la tienda, de 10, estando sirviendo ella en ambos salones la espera no fue nada y permanecía atenta a todos los detalles. Para rematar la faena compramos en la tienda contigua al restaurante varias cuñas de sus quesos de elaboración propia. Repetiremos sin dudarlo