El Serrablo - Zaragoza

Estuvimos de tarde para tomar unas cervezas y refrescos, pues está el lado del parque y la terraza tenía sitio.... Ahora se porqué. Empezamos sentadonos cuatro tras casi diez minutos viendo que no salían a atender, entramos a pedir y preguntamos al camarero si salían a servir las mesas y nos respondió de mala gana que salir, saldría.... Al rato vinieron dos personas más, con las que pasó lo mismo, entraron a pedir y poco menos que el camarero (otro de los dos que había) les tiro las bebidas en la mesa. Poco después, vinieron cuatro más, con intención de picar algo.... Tras un cuarto de hora esperando, decidimos (10 personas) irnos a otro sitio. Para rematar la sorpresa, entre a pedir la cuenta de lo que yo había consumido y ni corto ni perezoso, nos da el camarero la cuenta de toda la mesa y al decirle que quería la mía solo, dice: ahí está todo, haga la cuenta, todo a tres euros... Para evitar discutir pagamos toda la mesa y nos fuimos a un bar cercano con mucho mejor trato. Nada recomendable tras la experiencia.

Fuimos a comer con un grupo de americanos para que probaran el cordero. No podriamos haber salido mas defraudados. El cordero lo sirvieron seco, frio, insipido. Sin excusas, el servicio tampoco fue impecable, sin prisas ni ganas. Alguien en el grupo comento que ya habian estado antes y que la anterior experiencia habia sido tambien decepcionante.Recomendacion a posibles comensales: no vayais. A los propietarios: cerrad.

Sin duda uno de los peores bares de Zaragoza. Lo tiene todo malas tapas,menú mediocre y camareros desagradables. El menú es caro y muy mediocre tirando a malo por ser educado.

Día entre semana, 14:25 de la tarde, dos comensales. Dos mesas libres en la terraza, otras dos mesas libres en el interior, ninguna de ellas tiene algún cartelito de “reservado”. Pregunto si sería posible comer, y recibo una respuesta tajante por parte del camarero; “¡Imposible!”. Le pregunto si es que tiene todas las mesas reservadas, y recibo la misma respuesta en un tono bastante impertinente, y sin educación, “¡Hoy imposible!”. Desconozco por tanto si la comida es buena o mala, pero hay dos cosas que si sé; el trato deja mucho que desear, y a mi no me verán nunca más en este restaurante. Muy maleducados.

Penoso menú de 22€, la comida más apropiada de un menú de 8€ , los camareros no sabían los platos del menú y podías ver otras mesas con platos que no nos habían ofrecido. Lamentablemente la decadencia de un restaurante que ha día de hoy solo puede sobrevivir por la ubicación, ya que la calidad es simplemente lamentable.