Bodega La Azul - Tunuyán

Quedé muy contento con la tarde maravillosa que pasé... Es un lugar sencillo, simple, nada de lujos, pero con un buen gusto y una calidez que en pocas bodegas se puede conseguir. Creo que también la ubicación ayuda muchísimo a relajarse y disfrutar de la estadía.

Un menú fijo, con tres alternativas de elección del plato principal. Demasiado armado, con poco lugar a cambios. A mi entender no me satisfizo, buscaba algo más relajado en cuanto a la carta y con mayores alternativas. Nos levantamos de la mesa, aun sin consultarnos si íbamos a comer postres, para estar un rato en los sillones al sol y cuando nos dimos cuenta nos habían ocupado la mesa.

Uma bodega familiar, muito pequena, seus vinhos não são os melhores, mas, a comida vai ter fazer ir aos céus!a equipe foi ótima, muito bem atendido, tanto na comida, bem como na quantidade e variedade de vinhos oferecidos durante a refeição, pode esperar ficar ate 3 horas almoçando!

Almoçamos na Bodega La Azul e foi uma experiência incrível. Ambiente simples, mas bem organizado. Fomos atendidos pelo Ezequiel e pelo próprio dono, o Diego Harcon. A comida é top demais e vem hamonizado com muito vinho, mas muito mesmo. Abrem a garrafa e deixam na mesa a gosto do cliente e quando acaba, trocam novamente. E a harmonizacao de acordo com o prato. Entradas top (empanada eh campeã). Para prato principal, tanto o porco quando a carne estavam demais. Sobremesas top.

Ezequiel su dueño, un excelente anfitrión, y cada uno de los chicos que atienden, nos permitieron pasar una tarde hermosa degustando sus maravillosos vinos junto a un delicioso menú. El cerdo braseado sin dudas es la especialidad del lugar. Un lugar abierto con una vista maravillosa que te invita a pasar una tarde de relax en pareja o en familia ya que cuenta con un hermoso de espacio verde. Es una bodega chica y la única que queda en la zona puramente Argentina. Pedir con mucha anticipación reserva.