El Castillo - Santillana del Mar

Comimos ocho personas. 4 de menú y otros cuatro cachopon,y un par de platos principales. Salimos muy satisfechos,tanto por la relación calidad precio como por el servicio prestado. Un lugar totalmente recomendable con productos caseros y muy bien elaborados.

Al llegar al restaurante El Castillo a las 15:30, nos sorprendió que nos dijeran que no había espacio para comer cuando había un montón de mesas libres. Al preguntar sobre una mesa específica, accedieron a ubicarnos allí. Sin embargo, llamó nuestra atención cuando uno de los empleados le informó a una chica rubia y esta dijo que no planeaba preparar mesas para dos o cuatro personas, a pesar de que en la sección superior del comedor solo había dos mesas con comensales, estando el resto libres. A pesar de este inconveniente inicial, la experiencia gastronómica resultó satisfactoria, destacando la atención cuidadosa hacia la celiaquía. Aunque entendemos las limitaciones horarias, habría sido preferible que la comunicación sobre la disponibilidad de mesas se manejara de manera más discreta, especialmente por parte de la empleada rubia, quien parecía desinteresada en trabajar. A pesar de este contratiempo, disfrutamos de la comida, aunque la situación inicial influyó ligeramente en nuestra percepción del servicio.

Todo lo que comimos, riquísimo y el servicio de 10. Entramos por casualidad y merece repetir

Hemos estado este sábado mi pareja y yo comiendo, la comida estaba buena, casera y con gusto, servicio rápido y el chico que nos atendió que era nuevo nos dio muy buen servicio. Hubo un detalle que no nos gustó nada por parte de otra persona que trabajaba allí, la planta de abajo era muy acogedora, con música y buen ambiente, a nosotros nos sentaron en la planta de arriba junto con otra pareja que estaba antes que nosotros. Arriba el ambiente no era el mismo que abajo, nada de musica y todo muy frio (poco acogedor), al principio la temperatura era buena, ese trabajador que anteriormente mencionaba subió para preguntar a la otra pareja a ver que tal estaban de temperatura, a nosotros en ningún momento nos preguntó nada. Para nuestra sorpresa, creemos que cuando la pareja de al lado se marcho apagaron la calefacción de arriba porque empezó a hacer mucho frio, me pareció un detalle pésimo ya que yo pagué la comida igual que el resto y creo que el trato debería ser el mismo. Nos fuimos con pena de que no quedase el postre que nos apetecía, un sábado al mediodía quedarte sin postre es raro.. pero bueno por el resto la comida muy bien.

El menú del día es espectacular, el tamaño de los platos es enorme. Gran sitio para comer.