Dolce Vita - Peníscola

Siempre lo pasamos muy bien, es genial tanto por la comida servida con amabilidad y una sonrisa como por la limpieza y la vista, por un lado, al mar. Mención especial para el jefe muy amable y divertido que habla francés. Recomendar sin moderación, felicidad. Annie, la chica francesa que había perdido su pedacito de tela verde y que fue encontrada de milagro por el jefe, a quien agradezco nuevamente.

La comida increíble y el servicio excepcional! Pensando en volver!

Espectacular todo buenisimo, muy amables, sitio bien ubicado.

Estuvimos por la tarde tomando helado y buenísimos.Por la noche volvimos y cenamos pizza (muy buenas) sin duda si algún día volvemos a Peñiscola volveremos a repetir. La camarera Anca súper atenta y muy amable nos aconsejó y agradable con nuestro peque. Y también el resto personal.

Repetimos por tercera vez. En esta ocasión pedimos un par de pizzas, las hacen en horno de piedra, mientras llegaban con la bebida trajeron unas aceitunas. Cuando sirvieron la pizza el camarero nos ofreció un aceite que daba un toque diferente y positivo al conjunto. Cuando nos íbamos vimos un helado de palomitas. Nos dejaron probarlo y estaba espectacular. La pena es que cuando volvimos tres días después ya no les quedaba y tuvimos que pedir otros sabores.