Ibericus - Lleida

Pésimo servicio e sido testigo el día ayer tarde como una de las camareras trato muy mal a una chica llegar al punto casi de correrla del bar , solo por una queja estaba justo atrás de la barra yo y la muy mal educada le chasqueo los dedos , que si no le gustaba que se fuera , y la chica ni fuerte que le hablo solo le dijo cálmate, y la camarera super alterada , este no es el tipo de trabajo adecuado para ella , hay vocación para hablarle al cliente.

Servicio desagradable. A las 8.45 nos advierten con mala cara que a las 9 cierran y que vayamos terminando la consumición. Llevábamos unos 10 minutos. Nos tragamos lo que quedaba y a menos 5 marchamos. Se puede sugerir lo mismo con mejores modales. El jamón bien.

Personal lento, sin ganas de trabajar, y maleducado. Después de esperar 25 min me levanto para hacer el pedido, la respuesta del camarero vergonzosa. El local pequeño, con tres trabajarores a ritmo de trabajo caribeño consiguen que los clientes se vayan sin consumir nada por falta de atención y la poca atención que recibo es maleducada. Conclusión: NO VUELVO. Otros clientes antes de nosotros también se han ido sin consumir. Si fuera el propietario del negocio me haría reflexionar.

Después de veinte minutos esperando, sin nadie de servicio en terraza, los clientes esperando,algunos deciden irse, un Sr de pelo blanco muy escaqueado haciéndose el loco para trabajar lo menos posible, mesas sucias y cada vez que quieres algo tienes que levantarte para ir a buscar al camarero, un auténtico desastre, no vuelvo, encima muy,pero que muy estupido, soy propietario de varios establecimientos hoteleros y de restauración ,y les aseguro que un empleado tan negativo,lento,vago y poco enpatico no duraría ni un minuto.

Fuimos a tomar algo y merendar con la familia y nos sentamos en la terraza. Después de eperar 1/2 h entré para pedir dentro y llevarme yo el pedido a la mesa. Dentro había 6 personas para “atender” y se pasaron la pelota de unos a otros diciendo que no era cosa de ellos y que que espavilado el compañero que pasaba pelota. Servicio nefasto para el precio que tienen los productos