Salto del Angel - La Dorada

Si están pensando en una opción para ir a almorzar un fin de semana con niños, el Salto del Angel es de los pocos restaurantes que cuenta con una zona de juegos donde los niños pueden saltar, pintar, cocinar etc. Es un valor agregado muy bueno cuando uno quiere reunirse con amigos y disfrutar de una buena comida sin preocuparse por mantener ocupados a los niños. La comida es muy buena. Mantiene su estilo tradicional tex-mex con variedad de entradas y platos. No tengo un plato recomendado porque en general la comida es muy rica.

Hicimos reserva para la noche, llegamos bastante tarde pensando la habíamos perdido , aunque nunca nos llamaron a confirmar. Ahí ya uno empieza a dudar de la administración del lugar. Pasaron unos10 minutos para que llegara el mesero encargado de atender. Dejo las cartas y hubo que volver a buscarlo para hacer pedido. Para no hacer tan larga el recuento, diré que el lugar no está a la altura de su ubicación, no tiene personal bien calificado, pésima su atención, los precios son muy altos, la comida muy regular. Seguramente por los conciertos que programan y el que la gente pueda bailar, hace que tenga acogida, pero para mi gusto, no es nada recomendable.

El lugar es sumamente es súper chevere y el personal sensacional, fui sola estuve en la barra y no me sentí sola para nada, la atención, la cordialidad y la comida y bebida genial!!! Sobretodo Cesar y las chicas de la barra!

El ambiente del local permite una conversación fluida sin necesidad de elevar el tono de voz. Los días de frío quizás es un lugar un poco frío debido a la arquitectura del local. Mejor colocarse cerca de una estufa.Las carnes están bien. Los demás platos que he probado, sin destacar.

La música está muy bien para ir a bailar , los cocktailes están bien , aunque falta ciertos detalles de limón ,sal o algo de maní. Los espacios para bailar súper limitados en los corredores de las mesas, hay que contar con la suerte que la mesa de al lado baile sino sería una molestia para los demás .siempre hay un mesero cerca