Emeka - Isaba

Restaurante cuidando el detalle desde que entras a la puerta. Tiene dos turnos de almuerzo y dos cenas, primero asentarse para los turnos y reservar. Un menú hecho con calidad superior, original y muy bueno. Estábamos encantados con la cena y la atención.

Altamente recomendable. La suerte de estar solo nosotros dos un sabado a mediodía nos permitió ser atendidos con mimo. No hubo plato ni postre por el q no, tuviéramos q felicitar al regente de un fantástico menú por 23€. Altamente recomendable. La suerte de estar solo nosotros dos un sabado a mediodía nos permitió ser atendidos con mimo. No hubo plato ni postre por el q no, tuviéramos q felicitar al regente de un fantástico menú por 23€. 4

Hace un par de semanas tuvimos el gusto de poder cenar en el restaurante de Martín y quedamos más que satisfechos. Sin duda alguna lo mejor de la zona. Muy buen producto, elaborado al momento y en su punto, y con una presentación elegante y cuidada. La relación calidad-precio insuperable. Cenar en Emeka es un must si pasas por Isaba, pero ojo más vale que reserves porque el aforo es muy limitado

Todo un descubrimiento. Martín atiende el comedor con toda delicadeza y elabora magistralmente, unos platos deliciosos en base a unas materias primas muy bien elegidas. El resultado es espectacular. Yo comí unas vainas, brócoli y coliflor salteados con tomates secos que estaba en su punto. De segundo, una dorada asada con limón y romero de sabor delicadísimo. Para terminar sorbete de mango y txacolí. Todo delicioso y con un precio muy ajustado. Eso si, deberemos reservar ya que él mismo se ocupa de todo si no queremos quedarnos sin probarlo. Para mi una excelente experiencia de sabor que no dudo en recomendar de todas todas si pasáis por Isaba.

Descubrimos este restaurante en Isaba y repetimos varias noches. La cocina creativa es excelente y a un precio asequible. El menú cuesta 25 euros e incluye materias primas de primera calidad, cocinadas con maestría y presentadas de forma original. El comedor es acogedor y está decorado con detalle. El trato por parte de Martín es exquisito. Dado que solo asiste al negocio, es necesario hacer reserva. Sin duda, repetiremos cuando regresemos a Isaba.