Maese Pio - Granada

¡Rosario fue muy dulce y un gran servidor! La paella estaba absolutamente deliciosa, de primera categoría y volveremos absolutamente. Bonito lugar lejos del ajetreo y el bullicio de las concurridas calles en un pintoresco patio. ¡Gracias Rosario!

El lugar está en un planeta muy bonita por lo pequeña y bonita. El local es de tamaño aceptable dentro , bastante bien ambientado y como digo con luces y sombras por lo siguiente. Primero elo que tiene el lugar para los clientes que me parece muy bueno, desde una máquina para catgR teléfonos o tableta a una máquina para limpiar zapatos o listerine y jabón escamante, Todo ello una muy buena imagen sin embargo hay cosas que no negustan como las servilletas de papel, o que se permita la entrada de un perro de un cliente de la plaza en varias ocasiones algo que no está permitido) a parte de la imagen y los posibles problemas.as con más clientes. Respecto a la comida pues muy bien los panes sacados clientes, o la cerveza con su copa sin necesidad de pedirla o los cambios de platos no los cubiertos) aún así pedimos primero patés y queso que son 3 variedades de patés y una de quesos sin problemas buenos. Somos valencianos y quisimos ir por probar la paella de conejo, pollo y caracoles. Nada más sacarla ya nos pareció mal dado que llevaba pimiento rojo y verde, el arroz o le faltaba sal o tenia poco caldo para realizarla porque no tenía sabor y el arroz aún siendo bomba era pasado e insípido es nuestra opinion)

Excelente paella, servicio y todo! ¡Realmente aprecio mucho que tengan productos de higiene como Listerine en el baño!

Local situado en una calle tranquila del centro, deliciosa paella de pescado, excelente relación calidad-precio.

Primero quiero valorar la comida, que en principio es de lo que se trata, nosotros pedimos paella de arroz negro con chipirones, y mi valoración es media: cantidad abundante, punto de cocción al dente, sabor bueno. Los contras son que llevaba pimiento rojo y hasta donde sé este tipo de arroz no lo lleva y que los chipirones brillaban por su ausencia, había que buscar los trocitos y casi repartirlos como buenos hermanos si querías comer algo más que arroz. De primero pedimos un revuelto de morcilla y piñones que estaba bueno. El pan calentito y tierno. Ahora bien... con respecto a la reserva me temo que debería ponerles un cero buen gordo. Resulta que entramos y nos tira para atrás el calor, vemos un ventilador y un aparato portátil de aire acondicionado a todo trapo que lo único que hacían era mover aire caliente. Nos dicen que se les ha roto el aire acondicionado y hasta septiembre no se lo pueden arreglar, de modo que... pufff créanme que empatizamos bastante con la situación pensando que acababa de romperse la máquina y habían improvisado. Sin embargo, hablando con la camarera, ella misma nos informa que no se acababa de romper y que en el salón de abajo había aire acondicionado, que ayer no tuvieron más remedio que pasar a la gente abajo porque había muchos clientes. Entonces es cuando a mi se me quedó cara de tonta pensando ¿cómo es posible que hoy, con temperaturas extremas, nos dejen comer con un ventilador que escupe aire calentón a 40 grados? Los clientes de ayer debían ser de mayor categoría que los de hoy, ¿o como hoy somos menos, nos aguantamos? Me indigné de verás, porque si en un salón se te ha roto el aire acondicionado en plena ola de calor, pero tienes otro salón con aire, lo lógico es que lo habilites para dar el mejor servicio a TODOS tus clientes, y no que cojas reservas SIN AVISAR DE ESTE DETALLE con la que está cayendo y la cantidad de muertes que se están registrando por golpes de calor. El resultado de esto, no es ni más ni menos que una mala atención al cliente que come incómodo y deseando irse. En nuestro caso, comer la paella a 40 grados fue un suplicio y lógicamente una vez terminada salimos corriendo sin postre porque el sudor me caía vestido abajo y llegué a casa con el pelo como si acabara de salir de la ducha. Así que AVISO... mejor no reservéis hasta septiembre o llamad antes para preguntar si está arreglado o almorzareis en el mismísimo infierno.