Calasol - Finestrat

El tratamiento de los camareros inmejorables, muy buena calidad precio reñetjremls seguro

El menú bueno y muy asequible. la paella vegetal, deliciosa. buena atención y adaptado un plato para celíacos.

Comida casera, me caigo como guisan y también me importa bien. Lo recomiendo.

Comida casera perfecta, accesible para personas con movilidad reducida. terraza y comedor interior. personal muy agradable y atento . € precios asequibles y de acuerdo a la calidad del menú de comida muy completo . Lo recomiendo sinceramente y volveré.

Llevamos muchos años veraneando en la Cala y este restaurante era una de nuestras paradas. Desde hace unos pocos años tenemos la sensación de que han ido bajando en calidad. Me centraré hoy en hablar de mi última experiencia estas vacaciones con respecto al menú de medio día. Esta vez no comimos a la carta y los platos que vi parecían tener mejor pinta que los sabores de los del menú. En el menú de medio día hay 3 platos, 2 entrantes, 2 primeros y 2 segundos, a elegir uno de cada, más postre y bebida por 11 €. De entrante ensalada o gazpacho, sin más ninguna de las dos, comentarles que como mejora podrían servir la ensalada en un plato mayor, ya que al aliñarla es imposible poder removerla. De segundo todos pedimos fideuà, sabor normal sin nada a destacar, con fideos bastante gordos. Y después probamos la pescadilla y las chuletas de cordero, ambas decepcionantes, acompañadas de patatas fritas congeladas, el pescado totalmente insípido. Los postres algunos tomamos café y otros tarta de whisky, que era un trozo de la típica tarta contessa de nata congelada con un chorrito de whisky (del barato) por encima, una decepción. Dejamos algún plato casi sin comer cosa que pocas veces en la vida nos ha pasado. No sé si algún día le daremos una oportunidad para comer a la carta, desde luego de menú no vamos a repetir. Nos encantaría que sólo sirvieran 2 platos de menú y que a cambio de reducir opciones y cantidad subieran a las calidades de antes. Salimos con la sensación de no haber disfrutado nada con ningún plato.