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Bidrage med feedbackConozco el sitio desde que era pequeño, cuando venia a comer con la familia y entonces la fama le precedía, pero tengo que decir, que aquellos días de gloria quedaron muy atrás y que en la actualidad el paso del tiempo no le ha hecho ningún favor y que las hamburguesas aquellas con las que te sorprendías han pasado a dejar bastante que desear. Lo primero a mencionar, es que esta situado en una burdilla local alto en el que para poder acceder, tienes que subir un chorro de escaleras sin acceso a minusválidos y tras atravesar un corredor que pasa por un patio central llegas a lo que es el restaurante. Al abrir la puerta, lo primero que ves, es un local ambientado en madera, pero decorado sin gusto, siendo la tarima flotante la protagonista que cubre las paredes en un color roble envejecido por el tiempo y la capa de grasa que las cubre, en la que se nota la dejadez y el paso de los años sin mantenimiento alguno, como se puede apreciar en la figura de Conan a tamaño real que corona la entrada y que esta colocada encima de una simple mesa de bar, que seguro que ha conocido épocas mejores y no le vendría mal pasar por Boxes, para un lifting completo. En cuanto a la comida que es lo importante, hablamos de un sitio típico de hamburguesas y bocadillos familiar pero con el aliciente de ser Gigantes. La carta te la llevan en papel plastificado en muy mal estado y algo pegajosa, en la que si echamos de menos una actualización o quizá un código QR. La hamburguesa que pedí, la de pollo, lejos estaba de aquellas que recuerdo, ya que la carne de un tono rosado algo extraño, era tan fina que casi podía pasar por una loncha de jamón cocido, el resto de ingredientes hechos en la misma plancha que la carne con el típico hollin de no haberla limpiado muy bien y colocada sin gusto en un pan congelado que se rompía a pedazos, aunque si fuera del día el pan no era malo. Excesivos los precios de las bebidas , siendo 2,40 una simple lata servida con un solo hielo y no muy fría, y el tinto de verano típico de botella Don Simón . Los nuguets de bolsa típicos de supermercado o como los de McDonadls, pero es esperable por el precio, así que mas o menos lo normal. Los complementos, quetchup y mostaza, no se sirven en monodosis, los sirven en botes reutilizados sin ninguna higiene, que en algunos casos te quedas pegado. Tengo que decir que en cuento al trato no tengo queja, ya que fueron amables y los servicios salieron rápidos y al tiempo y eso que éramos una mesa de 9, se nota que están acostumbrados a trabajar con mucha gente. En base a todo esto y basado en mi experiencia personal los calificaría de la siguiente forma en escala de 1 al 5. Acceso y ubicación: 2 Zona de aparcamiento: 5 Ambiente y decoración: 2 Trato y rapidez: 5 Calidad de la comida: 2 Comodidad de las sillas: 3 Presentación de los platos: 2 Limpieza e higiene: 2 Atención al detalle: 2 Precio: 3 Algo caras las bebidas Sirven a domicilio: Si Mejoraría: La limpieza en general, reciclaría las cartas y las actualizaría a los tiempos, una pequeña actualización al local para darle mas atractivo y quizás tematizarlo un poco, pero sobre todo la calidad de la comida y la presentación del producto, ya que existan otras opciones en la zona con mucha mejor relación calidad-precio.
Pedimos para cuatro adultos y un niño, el menú para dos personas y uno infantil. Nos sobró el infantil. La hamburguesa y el sándwich gigante con los postres hubiese sido más que suficiente. Lo pedimos a través de la app de ubereats el pedido llegó muy rápido con el patinete, la comida caliente, la bebida fria y todo bien envasado. El único pero que no se podía elegir la opción de comprar agua en la app, pero el repartidor nos la cogió. Promociones incluidas nos salió todo por 28€ y a domicilio.
Hemos ido a comer un lunes y hemos salido contentos, el trato ha sido buenísimo por parte del camarero y la comida bien también. Hemos pedido un par de sándwich y unas patatas conan. Nos han tenido que poner para llevar porque nos sobraba mucho ya que las raciones sin gigantes. volveremos algún día!
Pedimos comida a domicilio en el trabajo, teníamos un tiempo limitado para comer y tardaron en traerlo 45 minutos. El crepe de champiñón, parece lasaña, mal cocinada. No deberían de llamarlo crepe, porque no tiene nada que ver. Para mí, fue una decepción total.
Basura pura.Sandwich de jamón y queso que casi prefería comer de la basura. Nachos sin ningún tipo de ingrediente obvio a precio desorbitado...palomitas de pollo decepcionantes....es mejor la comida de basurero todo al módico precio de 30 euros.