Casa Povera - Córdoba

El lugar es pintoresco, tiene algunas cosas de decoracion interesantes, otras no, demasiado rejunte de cosas viejas que no están bien restauradas.Fuimos a merendar un sábado a la tarde,pedí té, me trajeron en un platito algunos saquitos para elegir. No es muy variada la opción de tés.El pan, casero y el jugo de naranja, rico.Justo en ese momento había linda música.

Solo lo recomendaría para tomar el té o desayuno. Cuando fui a cenar fue malo. Pedimos una tabla que incluía rabas. La pedimos por eso. Cuando la trajeron tenía cosas diferentes a las que decía en la carta y las rabas no estaban. Les preguntamos si se habían equivocado, nos dijeron que como se habían quedado sin rabas la habían armado con más fiambre. Cabe aclarar que nadie nos habían venido a consultar ni comentar el Faltante en la cocina. Decidieron por nosotros. Si nos hubieran dicho hubiesemos cambiado de plato. No hubiésemos aceptado más fiambre, pero la tabla ya estaba en la mesa. Cuando vino la cuenta tuvimos que decirles que no le íbamos a pagar el precio que decía la carta si era una picada incompleta.Finalmente nos hicieron una buena atención pero tuvimos que quejarnos y decirles. Ellos no pensaban hacerlo, a pesar del claro error que habían cometido al no consultarnos.Finalmente Dejamos la mitad de la tabla sin comer y nos fuimos decepcionadas.

Eramos 7 adultos. Nos recibieron muy bien y nos armaron una mesa acorde.Pedimos Pizzas, pero vimos que sólo había tres variedaes (cuatro quesos, fugazzeta, rúcula). Particularmente me gustaron mucho las dos primeras, sobre todo la de cuatro quesos. Son rectangulares, de masa bien baja y muy bien lograda en su preparación casera y cocción. A la de rúcula yo le agregaría fetas de jamón crudo (en todo caso, a pedido), para darle mayor atractivo, color y sabor.Hay varias marcas de cerveza, muy buenas algunas de ellas, y se puede pedir un refill para la pinta de cerveza Quilmes. También hay vinos y se puede pedir el vaso de vino. Traen un sobrecito de maní pelado salado, para cada comensal que ordena cerveza, como para entretener un poco el hambre.La relativa baja puntuación está dada principalmente por el tiempo de espera, de casi 45 minutos, para que nos sirvieran las primeras dos pizas simultáneas que ordenamos. Aunque probablemente había demasiados clientes esa noche y se vieron desbordados (pero en la zona siempre hay mucho movimiento).En los postres, que pueden compartirse, hubo uno que no estaba bien logrado, el cheescake de dulce de leche, por lo cual no lo recomiendo.

Lo cerraron. Ahora funciona otro restaurante. Por ahi encontraras muchisimas opciones gastronomica. Este local funcionaba como un lugar de venta de muebles de autor y como cantina. Pero no dio resultado. Una pena

La verdad no me gustó demasiado rústico para la zona y demasiado caro a mi entender debería ser más cuidado una cosa es bintage y otra cosa juntar cosas viejas !!!!!