Pulperia Tierras Gallegas

Fuimos a comer al restaurante que estaba cerca nada más llegar a la ciudad. Pedí el menú del día, que por 10 euros era más que suficiente comida, incluso diría que en exceso, pero en estas zonas es normal. De primero pedí callos con garbanzos, buenos pero nada extraordinario, y de segundo un muslo de pavo al horno, muy seco y demasiado hecho, con muy poco sabor. Mi novia pidió un cachopo, rebozado que se despegaba de la carne, y muy aceitoso y empalagoso. El trato por parte del personal fue normal, la camarera fue muy seca, pero formal y educada.

Estuvimos cenando dos parejas y coincidimos en que todo estuvo bastante bien, con la excepción de que el pulpo fue muy escaso para el precio y el arroz con leche fue horrible. Por otra parte, debo destacar que ponen unas zamburiñas muy ricas, al igual que los chipirones. En otro orden de cosas, las chicas que nos atendieron fueron muy amables y serviciales, aunque un poco sobrepasadas de trabajo, lo que desvirtuó el servicio prestado. La decoración del comedor fue muy sosa.

Restaurante de tamaño familiar, bien ubicado, aunque no en el centro. El comedor es un poco soso en cuanto a decoración, pero la comida es deliciosa. Probamos dos menús: fabada, cecina, cachopo de pollo y salmón. Todo estaba muy sabroso, incluyendo las patatas de guarnición, que estaban deliciosas con aceite y pimentón. El único inconveniente fue que el cachopo estaba un poco pasado de cocción y la tarta de postre era un poco fina, aunque estaba buena. El servicio fue amable y no tuvimos que esperar mucho (el comedor tampoco estaba lleno). Además, el precio del menú era estupendo: 15 €.

La comida en si misma no ha estado mal, pero las cantidades han sido escasas, y la atención, tanto en tiempo de espera como en amabilidad, no es la adecuada. Lo más significativo es que para el estándar del local, estética, mobiliario e instalaciones en general, el precio es muy elevado.

A pesar de ser el día de la descarga en Cangas de Narcea y estar todo lleno, llegamos a Terras Gallegas y el camarero nos consiguió una mesa y nos atendió de forma cordial y con una sonrisa teniendo en cuenta la cantidad de gente y el apuro del día, comimos fenomenal rápido y riquísimo, gracias