Grappa Cantina - Buenos Aires

Lugar cálido aunque un poco ruidoso. Excelente las pizzas y empanadas. Se puede optar por otras comidas a precios razonables, Los vinos un poco caros. La cerveza tirada excelente. Precio acorde a la calidad. Pedimos pizza de provolone y cebolla. Nos consultaron si la cebolla la queríamos cocida o cruda. Las empanadas fritas bien secas. y la pizza de rúcula genial. Los sábados tienen abierto hasta tarde. Llegamos pasada la medianoche y no tuvimos problemas para ingresar.

La pizza especial y los tragos también, lo único que la atención deja bastante que desear!!! las mozas muy distraídas, y la cuenta final tardó cuarenta y cinco minutos!!!

La experiencia nace desde la ubicación geográfica hasta la arquitectura del lugar, En esquina una construcción antigua con techos altos, Pizzas y ensaladas Únicas!!! No podes no probarlas!!! Igualmente la carta es muy amplia. Además la bodega y tragos Muy recomendables!!!

Volvimos a la Grappa y fue una buena experiencia. No habíamos ido anteriormente porque en la zona hay un sitio con mayores comodidades para un grupo familiar grande. Sin embargo, teníamos ganas de cambiar y aunque la Grappa es un sitio con menos luz (lo que impide ver desde afuera cómo es el lugar, si está muy lleno, etc) y puede ser atractivo si se busca algo íntimo, decidimos probar otra vez aunque era un grupo familiarEramos seis, matrimonio, tres adolescentes y una persona mayor.La gran ventaja resultó en que ESTABA ABIERTO UN DOMINGO A LA NOCHE y en el estacionamiento cercano (por la persona mayor).Agradables boxes y mesas redondas, además de las clásicas cuadradas simples o dobles. Buena comida, Precios moderados. Buena atención y EXCELENTE MUSICA.Punto flaco: Carta de vinos: escasa y requerida de actualización. Vinos clásicos y medios a precios caros. En ese contexto salió muy bueno un Norton DOC Malbec. Recomiendo para la ocasión. Excelentes las CROQUETAS o buñuelos de espinaca y también los de papa con panceta. Muy buena porción y deliciosos.Buenos platos de pasta bien preparados. Buena carne, preguntan preferencia y respetan el punto de cocción solicitado. Buen café. Buena atención. Otro punto flaco si hace frío: pese a tener una conveniente doble puerta, la gente no lo sabe manejar y dejan que pase la corriente helada al interior impactando aún en las mesas lejanas que estén en esa dirección. La cortesía del personal, de mantener la puerta abierta -ejecutada desde la puerta interna- provoca instintos asesinos. Debieran hacerlo pero desde la puerta que dá al exterior; de lo contrario el sistema de contención del frío no sirve para nada. Sobre todo porque la mesa para grupos (redonda) está justo justo en la línea del frío.De todos modos, estuvo muy bien y volveremos sin duda. Pero tendrán que buscarnos otra mesa.

Unas milanesas que parecen sacadas de un paquete de Granja del Sol, unos sorrentinos tan chiquitos que los comi con lupa para encontrarlos, confusion en el servicio, la panera dejo de ser buena, un desastre total!!!!! Y te mandan la cuenta asi sin pudor encima!!!!!