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Bidrage med feedbackMuy personal atención. La comida es increíble, todo hecho en casa y delicioso. para mí gusto, tu pastel de queso casero, lo mejor que he probado. increíbles vistas y estacionamiento es genial. Summarizante. es increíble.
Lugar genial para pasar unos días. La tranquilidad del sitio, la comodidad de las camas, la amplitud de la habitación y el trato de todo el personal, hace de éste hotel, la opción perfecta para desconectar y pasar unos días, conociendo lugares preciosos. Fue un verdadero placer
Dormimos una noche y quedé maravillada de la zona , el entorno y su gente . Situado en Azpeitia y viniendo desde Beasain por una carretera digna de rallie descubres junto a una fábrica maderera un caserío totalmente reformado guardando la esencia de lo antiguo y combinando con lo moderno , una fusión y un contraste digno de cualquier hotel que se precie en categoria. Habitaciones tematizadas muy amplias con camas grandes mobiliario rústico y muy bien conservado al detalle , techos abovedados con una gran làmpara en el centro, el baño está en un anexo que va a dar a una amplia terraza con un velador de dos sillas donde poder disfrutar del paisaje y su naturaleza . El desayuno es lo que vi de precio elevado para lo que tomamos , aún así lo recomiendo. La familia que lo lleva son un encanto . Volveremos sin duda . Muchas gracias por su amabilidad. Ah !! Decir que es apto para personas de movilidad reducida y niños ya que hay un parque infantil donde pueden jugar tranquilamente. En invierno con la chimenea se tiene que estar en la gloria.
Fuimos un viernes a la noche a cenar, sin problema de sitio, aunque segun el dia mejor reservar por si acaso. Tienen una opcion de menu de 15€ muy completa y otro menu especial de 32€. Tambien multiples opciones de carta. Pedimos el menú especial: la ensalada estaba buenisima muy variada, los fritos muy ricos se notaba que todos eran caseros, el revuelto de hongos estaba bueno aunque le faltaba algo de sabor, y pedimos rodaballo que era para dos y muy bien cocinado. Los postres muy buenos tambien, especialmente la pantxineta. Cafe incluido en el menu estaba bueno. El comedor es precioso con esos arcos de piedra. Y fuera tienen tambien espacio para tomar algo. Aparcamiento algo reducido.
Magnifico, tanto el restaurante como el hotel. El restaurante con amplisima carta de la zona. Cocina casera ,precios razonables y muy bien atendidos por la encargada . El hotel ,un caserio del SXV ,muy bien reformado, nos parecía estar alojados en la Basilica de Loyola. Venimos de Malaga y contemplar tanto verde,ha sido un regalazo. Olatz nos atendio en todo momento de maravilla. El broche ha sido el desayuno, completisimo (5 o 6 tartas caseras) e increíblemente atendido por M. Carmen, la etxekoandre , una delicia de mujer. Enfin, que muchísimas gracias a todo el equipo y,claro está, amenazamos con volver