Pomodoro - Isla Cristina

Le doy una estrella porque no puedo darle menos. Indignante. En el menú dicen que tienen 7 platos sin gluten y después de esperar más de 30 minutos en la fila, nos dicen que no les queda NINGUNO. No estaría mal poner un letrero en la puerta con esta información para evitar pérdida de tiempo y desilusiones. Otra señal de que a los celíacos no nos tienen en cuenta... y además el camarero incapaz de mostrar empatía, indignante. No volveré nunca y no lo recomiendo.

Vinimos a cenar con niños, en las mesas la gente en la misma situación que nosotros esperando 1 hora de reloj contada por la hora del ticket, los camareros se recorren el local con la comida de un lado para otro y no saben a qué mesa tienen que llevarla, nadie avisa con antelación de que la espera es muy larga y que llevan muchísimo retraso para comer, más que nada para poder decidir si quedarte o irte, más que nada por los niños. Si quieren tener un local tan amplio que abarque bastantes clientes, deberían tener el personal adecuado, tanto en número como en experiencia para atender y llevar dicho local. Todo lo demás es abusar de los jóvenes sin experiencia y exprimirlos, para enriquecerse los dueños. ¡Engaño total! No vengáis si queréis comer sin estar 1 hora esperando.

La experiencia en este restaurante fue terrible. Nos sentamos y la mesa no estaba limpia, tuvimos que limpiarla nosotros mismos con un pañuelo. Pedimos la comida y tardaron 1 hora en servirla, a pesar de reclamar a los camareros varias veces. La comida parecía haber sido preparada rápidamente y de mala manera; la pizza no estaba bien cortada y no nos dieron cubiertos para cortarla. Los nachos parecían haber sido calentados, estaban rancios, y las patatas tenían muy poco contenido. En general, la comida era muy mala. Vimos a otros clientes descontentos en mesas cercanas, que también tuvieron que quejarse repetidamente para que les sirvieran la comida, e incluso pidieron la devolución de su dinero. En resumen, ¡no volveré a repetir esta experiencia!

La comida aceptable pero lo mejor del restaurante es un camarero muy sexy con un culo prominente y provocador que me abre el apetito y no solo el apetito.

Experiencia pésima, nos han puesto cubiertos sucios, hemos esperado 1h, era raro lo barato q era, la coca cola está aguada.