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Bidrage med feedbackCon el pan nos pusieron un almogrote superbueno, la garbanza y la carne a la fiesta espectacular y el vino de ellos top. Para rematar gomeron también casero. Todo por 35€. Buenas raciones por cierto. No se puede pedir más! Además supermajos. Volveremos sin duda si volvemos a la isla, ojalá! ¡Muchas gracias!
Este lugar lo regenta una pareja desde hace unos tres meses. Han quitado el cartel con el nombre y creo que le llamarán Fortaleza según nos comentaron. En la comida y su textura se aprecia el buen hacer de esta pareja donde ella está en cocina y el alterna la misma con la atención al cliente. Persona simpática, profesional y dispuesta. Le pedimos un plato que no tenía en la carta y nos sorprendió muy gratamente su respuesta, Teniendo cocina, hay comida , pasando directamente a hacernos dicho plato que, dicho sea de paso, estaba exquisito. Hoy en día es un restaurante donde lo que se come allí es de cultivos propios y, en breve, de ganadería propia igual. Todo lo que comimos fue espectacular y de agradables sabores. Para finalizar nos brindaron unos chupitos de elaboración propia que estaban muy ricos. Pareja de emprendedores!!!...Mucha suerte y continuad como lo estáis haciendo. Volveremos. Saludos
Llegamos al bar, un pequeño bar de pueblo que fue recibido por el muy atento y amable propietario, propuso un queso que es muy bueno, algunos garbanzos que para el frío que era ideal y para terminar un cerdo frito con cebollas y ajo que eran deliciosos y el vino que vamos gran comida casera vale la pena probar
Llegamos al bar ,un bar pequeño de pueblo nos atendio el propietario muy atento y amable, nos propuso un queso que esta muy bueno, unos garbanzos que para el frio que hacia estaba ideal y para terminar un frito de cerdo con cebollas y ajo que estaban riquísimas y el vino vamos estupendo comida casera que valen la pena probar
Especial, quizás sea el apelativo para este bar en la Gomera. El camarero/dueño del local con un humor ácido y llevadero ofrece comida casera muy bien elaborada y para chuparse los dedos. Merece la pena